El futbolín humano es un juego al aire libre que simula a los futbolines clásicos donde las propias personas son los jugadores, ya sean pequeños y/o mayores. Los jugadores van sujetos a las barras por las manos (12 participantes como máximo, 6 en cada equipo) desplazándose con coordinación para conseguir golpear el balón de espuma. Así pues, los jugadores deberán desplazarse lateralmente por la barra como si de un futbolín se tratara. La dificultad la encontramos al intentar coordinar a los compañeros que se encuentran en la misma línea para conseguir mover la barra, la pelota y al igual que en el futbolín normal, intentar meter gol. Para poder ganar es necesario que haya coordinación y comunicación en el equipo.
El recinto donde se juega está limitado con redes para evitar que se salga la pelota, el suelo es de arena y las 2 porterías cuentan con redes.
La actividad está recomendada para todos los públicos y también para encuentros inter-generacionales (familias, amigos, colegios, etc.)